Betty Boop, caracterizada como las transgresoras mujeres de los años 20, con un prominente escote, un escueto vestido, un liguero y el cabello corto, supuso un hito de la feminidad con sus primeras apariciones en televisión. Ahora, ataviada con el lazo naranja, símbolo de la Fundación Sandra Ibarra, una boina y unas botas rosas, color emblemático de la lucha contra el cáncer de mama, encabeza una campaña para contribuir a la concienciación sobre esta enfermedad.